Una Intimidad Intimidante
Dios anhela que uses tu intimidad para que te vuelvas consciente de su amor, gracia y obtener la victoria que Dios ya te dio. Dios anhela que tu intimidad esté firme en todo tiempo. Sobre todo, cuando enfrentes tiempos de oposición y de batallas. Es justo en ese momento que Dios desea que esta intimidad, se vuelva intimidante para tus enemigos. Intimidante en el sentido de que nada te angustia, ni te pone ansioso, ni temeroso porque sabes que el Dios de tu intimidad te da la victoria sobre cualquier prueba o circunstancia que estés pasando. En esta intimidad estarás en paz y descansando en su gracia porque la intimidad causa descanso, paz, fe, confianza y victoria.